sábado, 4 de agosto de 2007

Quién teme al lobo Al Qaeda?

LORETTA NAPOLEONI -
OPINION El Pais 2 Agosto


A principios de julio se filtraron varios fragmentos del borrador de la Valoración Nacional de Inteligencia, un informe interdepartamental que elabora la CIA en Estados Unidos; la filtración desató una nueva oleada mundial de miedo a Al Qaeda. Los medios nacionales e internacionales se dedicaron con entusiasmo a describir situaciones apocalípticas, entre las que había predicciones muy gráficas de futuros atentados como los del 11-S en los cielos occidentales, orquestados por Osama Bin Laden desde su escondrijo de Pakistán. Nadie destacó el fracaso de Washington
y sus aliados, que, casi seis años después de aquella fecha, no han conseguido aún llevar a Osama ante la justicia, ni tampoco puso nadie en duda la autenticidad y
validez de las afirmaciones transmitidas a la prensa por funcionarios anónimos de los servicios de inteligencia. Ahora bien, la Valoración Nacional de Inteligencia
no es un informe basado en datos inequívocos, sin, como su propio nombre indica, una valoración, un cálculo, y el borrador es un cálculo de un cálculo (el informe
definitivo saldrá publicado a lo largo del verano). "Calcular es lo que hacemos cuando no sabemos",explicaba el historiador de Yale Sherman Kent, uno de los creadores de los servicios de inteligencia en Estados Unidos y el principal responsable del concepto de "valoraciones de inteligencia". Donald Rumsfeld lo expresó en una ocasión de forma más elocuente: "No se sabe lo que no se sabe".

La Valoración Nacional de Inteligencia se ha equivocado muchas veces. En 1962, por ejemplo, dijo que los soviéticos no iban a instalar misiles en Cuba. En 1974 desechó la posibilidad de que hubiera una gran ofensiva en Hanoi en la primera mitad de 1975. Y en 1989 indicó que era poco probable que estallaran hostilidades
en el golfo Pérsico. Según el borrador filtrado ahora, la guerra de Irak es el polo de atracción ideológico de la nueva Al Qaeda. Hasta ahora, nadie puede no estar de acuerdo. Lo irónico es que una Valoración Nacional de Inteligencia contribuyó inicialmente al desastre iraquí. A mediados de septiembre de 2002, el Comité Selecto
de Inteligencia del Senado estadounidense pidió una valoración sobre los programas de armas de destrucción masiva de Sadam. El informe emitido unas semanas después fue el famoso "o, mejor dicho, el tristemente famoso" informe de octubre de 2002, con el que el Gobierno de Bush construyó su casus belli para justificar el ataque preventivo contra Irak. Un año después, el Comité de Inteligencia del Senado proclamó que el informe estaba equivocado y que "la mayoría de las opiniones clave... o eran exageraciones, o no estaban respaldadas por los datos obtenidos".

De acuerdo con la escasa información transmitida a los medios de comunicación, parece que esa misma crítica se puede aplicar a la descripción que hace el borrador actual de la nueva Al Qaeda. Se dice que es una especie de Cosa Nostra yihadista, con un padrino, Osama Bin Laden, y un consigliere, Ayman al Zauahiri,que tienen control absoluto sobre la red mundial. Esta organización mafiosa es un pulpo cuyos
tentáculos se extienden por todo el mundo. En Gaza, su sucursal es Hamás; en Líbano, Fatah al islam y Jund al Sham; en Europa son grupos locales los que llevan a cabo sus órdenes asesinas. Europa es la base desde la que Osama Bin Laden, al parecer vivo y coleando según varios periódicos,planea lanzar su segundo ataque
espectacular contra Estados Unidos.

¿Pero hasta qué punto son realistas estos cálculos? Hace un par de semanas, el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, apareció en varios programas
matutinos de televisión y reconoció que es el "instinto" lo que le hace estar convencido de que el país corre un peligro más grave de sufrir algún atentado este
verano. Es un sentimiento nacido de varios factores, entre los que están los antecedentes de atentados cometidos por Al Qaeda en verano "por ejemplo, el
11 de septiembre y el 7 de julio" y una serie de declaraciones de Al Zauahiri en Internet. Si éstas son las pruebas más sólidas en las que se basa la Valoración Nacional de Inteligencia, no es de extrañar que en el pasado haya interpretado tan mal algunos acontecimientos históricos fundamentales.

En todo el mundo se elaboran casi a diario otros informes mucho más detallados, basados en datos recogidos por los servicios de otros países como España e Italia, que llevan decenios en primera línea de la lucha antiterrorista. Y, sin embargo, no reciben la misma publicidad internacional. Es irónico, puesto que tanto Bush como Blair han reconocido que el desastre de Irak se debió a la mala labor de los servicios de inteligencia norteamericanos y británicos. Las informaciones de otros servicios europeos dicen que Al Qaeda es una ideología antiimperialista que va en aumento, el al qaedismo, alimentada por la guerra de Irak y en expansión en los enclaves musulmanes. Su popularidad se basa en el profundo sentimiento de autoexclusión que siente un mínimo porcentaje de la población joven, cultivado por "el miedo o la psicosis respecto a los musulmanes". Ante esta situación, la
dirección histórica de Al Qaeda, que no tiene, en absoluto, el control de las actividades yihadistas en elmundo, ni siquiera en Afganistán, se limita a hacer declaraciones de apoyo en Internet y otros medios después de cada atentado, para fingir que está al tanto de todo lo que ocurre. La publicidad dada en la prensa al borrador filtrado de la Valoración Nacional de Inteligencia no sirve más que para reforzar esa sensación, porque alimenta la psicosis relacionada con Al Qaeda
en todo el mundo.

El al qaedismo es, ante todo, producto de las políticas occidentales; la guerra de Bush contra el terrorismo y sus corolarios, la guerra de Irak y la política del miedo. Mientras sigamos temiendo a su siniestra sombra, seguirá creciendo. El objetivo principal del terrorismo es aterrorizar a la población civil. El peligro más inminente no es que haya otro atentado espectacular, que puede ocurrir
o no, sino que se extienda aún más el miedo a Al Qaeda, la multinacional del terror, un terror profundamente arraigado que puede hacer que la política del miedo sea una profecía autocumplida. En ese caso, tanto los musulmanes como los no musulmanes,
en Europa y en otros lugares, serán sus víctimas.

Loretta Napoleoni es economista italiana,
autora de Yihad: cómo se financia
el terrorismo en la nueva economía
(Urano).
Traducción de María Luisa Rodríguez
Tapia.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Quien/teme/lobo/Qaeda/elpepiopi/2\
0070802elpepiopi_5/Tes

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