domingo, 8 de noviembre de 2009

El secreto de Guantánamo

Estados Unidos, Imperio de la barbarie
por Thierry Meyssan



Detenido a la salida de una sesión de “acondicionamiento” en Guantánamo.

Usted cree quizás que está informado sobre lo sucedido en Guantánamo y le sorprende que el presidente Obama no logre cerrar ese centro de tortura. Pues se equivoca. Usted no conoce la verdadera finalidad de ese dispositivo y lo que lo hace indispensable para la actual administración. 
 ¡Cuidado! Si lo que usted quiere es seguir pensando que existen valores comunes entre nosotros y Estados Unidos y que debemos seguir siendo aliados de Washington, absténgase de leer este artículo.

Todos recordamos las fotos de torturas que circularon por Internet. Se presentaban como trofeos de guerra que habían recogido unos cuantos soldados estadounidenses. Pero, al no poder verificar su autenticidad, los grandes medios de difusión no se atrevían a reproducirlas. En 2004, la cadena CBS les dedicó un reportaje. Comenzó así un gran movimiento de denuncia de los malos tratos infligidos a los iraquíes.

La cárcel de Abu Ghraib demostraba que la supuesta guerra contra la dictadura de Sadam Husein era en realidad una guerra de ocupación como cualquier otra, con la misma secuela de crímenes. Washington aseguró, como era de esperar, que se trataba de excesos cometidos a espaldas de los mandos por unos cuantos individuos no representativos, calificados como «manzanas podridas». Algunos soldados fueron arrestados y juzgados para que sirvieran de ejemplo. Y se cerró el caso hasta las siguientes revelaciones.

Simultáneamente, la CIA y el Pentágono iban preparando a la opinión pública, tanto en Estados Unidos como en los países aliados, para un cambio de valores morales. La CIA había nombrado un agente de enlace con Hollywood, el coronel Chase Brandon (un primo de Tommy Lee Jones), y contratado a célebres escritores (como Tom Clancy) y guionistas para escribir nuevos guiones para películas y series de televisión. Objetivo: estigmatizar la cultura musulmana y banalizar la tortura como parte de la lucha contra el terrorismo. Como ejemplo de ello, las aventuras del agente Jack Bauer, en la serie 24h, han sido abundantemente subvencionadas por la CIA para que cada temporada llevara un poco más lejos los límites de lo aceptable.
continua: http://www.voltairenet.org/article162810.html

2 comentarios:

MARTIN dijo...

La vergüenza de las vergüenzas. Torturan ante los ojos del mundo, se sabe el tipo de torturas que hacen. Les obligan a que digan que pertenecen a Al Qaeda, que han estado en campos de entrenamiento, que han conocido personalment a Bin Laden, que ayudaron a planear los atentados del 11S. Si te meten botellas rotas en el culo, si te torturan a los hijos delante tuyo...¿no vas a firmar lo que te digan? La guerra contra el terrorismo es la mayor inversión de términos de la historia moderna, el terrorista dice que para combatir el terror usar la tortura es legal. La Santa Inquisición no era peor que esta gente y mira que eran maléficos aquellos malnacidos.

Weissman dijo...

Y nadie quiere destapatar la mierda [con perdón].... porque debe de salpicar demasiado....

Todo a tapar....

Y luego están los intereses economicos, claro..... estas guerras es un gran negocio.

-Weissman-