Carlos Santa María
El decano de la prensa chilena, El Mercurio, tradicional diario
conservador que amplifica la posición de CNN en el país, titula en
primera plana: “Unión Europea exige a Rusia que ataque solo a
Estado Islámico en Siria” (1).
A
continuación emite una serie de consideraciones que analizaremos en
cuanto al contenido que implica y la argumentación aportada.
Según
el periódico, el Consejo de Ministros de la UE advierte que operaciones
armadas contra la oposición moderada deben detenerse de inmediato. Lo
que no se dice es que esa organización europea no posee ninguna
legalidad internacional para obligar a algún estado a realizar su
mandato, más aún si es incorrecto, aunque lo han intentado hacer a
través de bloqueos, sanciones, amenazas, castigos y toda suerte de
mecanismos “pacíficos” en contra de otras naciones debido a su
mentalidad colonialista. De otro modo es incomprensible que aún en pleno
siglo XXI, donde el intelecto ha avanzado enormemente, no se percaten
que ningún grupo puede llamarse moderado si utiliza la muerte, el terror
y el asesinato como mecanismos para lograr sus objetivos.
A
continuación se lee: “Jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini,
asegura que intervención de Moscú cambia las reglas del juego en la
zona del conflicto.”
Como se sabe esta funcionaria ha dicho
públicamente que es necesario hundir los barcos que transportan
inmigrantes, por tanto su idoneidad ética ya está en suspenso. Ahora
bien, a qué reglas del juego se refiere si hasta el momento no se ha
dialogado sobre la crisis humanitaria, los crímenes de lesa humanidad ni
el desplazamiento forzado por la intervención euroestadounidense y
monarquías árabes en la región. Seguramente al establecer normas
correctas, para lograr la eliminación del Estado Islámico y conexos, la
retirada de la mesa será inmediata pues lo que se prevé es que se
intenta apoyar al terrorismo bajo un manto de impunidad propiciado por
los Medios. La única regla es la verdad para transparentar los objetivos
que se persigue y las acciones públicas que se realiza en pos de la
liberación de los territorios ocupados actualmente.
Al sostener que los
bombardeos iniciados por
Rusia (con un alto nivel de efectividad en menos de dos semanas),
pueden “agravar la situación”, la sorpresa es mayúscula: ¡es que no se
dan cuenta los ministros de la Unión Europea que la situación ya no
puede ser peor de lo que produjeron! La única alternativa ahora, y a la
que se oponen con sus planteamientos, es a que el terrorismo sea
detenido, expulsado sus mercenarios y seguramente expelidos hacia las
fronteras donde sus patrocinadores deberán cargar con dicha
responsabilidad. Ese es el miedo que embarga a las potencias ahora.
Según estos funcionarios, el apoyo a
Bashar al Assad amenaza
con “alargar el conflicto, socavar el proceso político, agravar la
situación humanitaria y aumentar la radicalización”. Es increíble que
personas con un nivel intelectual considerado destacado manifiesten
ideas tan absurdas: en
primer lugar, si se detiene a EI y las organizaciones terroristas el conflicto más peligroso se acaba; en
segundo
lugar, al obtenerlo se logra dar paso a una instancia política
constitucional y a un referente eleccionario supervisado
internacionalmente;
tres, el desplazamiento forzado
comienza su proceso inverso y la gente regresa a sus hogares para
reconstruir lo que agentes violentos y financiados dejaron como su
legado.
El
cuarto punto si merece un apartado
especial: ¿después de descuartizar civiles, ahorcar mujeres, violar y
masacrar niños, quemar soldados, destruir el
patrimonio de la Humanidad,
hacer de la guadaña su escudo, es posible aumentar la radicalización?
Parece que la racionalidad europea ha quedado sometida a los instintos y
emociones negativas en vez de apelar a la cordura inteligente, tal vez
esperando un nivel más alto de destrucción inimaginable hasta el
momento. Desconocer que la Coalición no logró en 25.000 ataques
absolutamente nada excepto eliminar personas indefensas básicamente,
permitiendo el más alto grado de ignominia, planificando la toma de Irak
y Siria según la documentación existente y las declaraciones del propio
gobierno estadounidense, indica claramente una posición de doble faz.
Por
el contrario a esta postura guerrerista de la “Unión” Europea, la
diplomacia rusa ha planteado tres puntos fundamentales que no han sido
acogidos por las potencias EAIF (Estados Unidos, Alemania, Inglaterra,
Francia):
a, coordinar acciones conjuntas con la Coalición para
multiplicar esfuerzos y destruir los grupos violentos en la región…sin
coquetear con terroristas;
b, aceptar en la ONU un pronunciamiento
efectivo contra el terrorismo estableciendo mecanismos para su control y
proponiendo vías políticas para la región;
c, respetar la soberanía de las naciones y en el caso de Siria dejar que su pueblo decida libremente.
Definitivamente
la paradoja existe, y la falta de vergüenza también, pues es
inadmisible que quien provoca una crisis de tal magnitud luego no sólo
no se haga responsable y asuma con dignidad lo causado, sino que además
exija a otros que permitan que el terror continúe. Esa es la razón por
la cual la diplomacia retórica es un camino que hay que desnudar para
pasar a la diplomacia complementaria como mecanismo de resolución de
conflictos sociales. Aunar esfuerzos para la paz verdadera es lo que
compete ahora urgentemente, especialmente cuando Palestina se encuentra
en una situación que debe ser finalizada rápidamente con la definición
de dos estados en equidad y autonomía propia.
(1) El Mercurio, 13 de octubre de 2015. Páginas 1 y 4A. Santiago de Chile.
https://actualidad.rt.com/opinion/carlos-santa-maria/188623-paradojico-union-europea-exige-rusia