Es decir, se puede impunemente llevar a cabo atentados de falsa bandera, falsificar informes oficiales para justificar guerras o saquear las arcas del Estado, todo con tal de que mientras lo hagas no estés fumando un porro. Es irónico pero de hecho, así es como La Justicia interpreta y aplica La Ley.
Por complicidad u omisión, la legislatura y judicatura plenamente mafiosas, están produciendo una situación de caos, tanto dentro como fuera de las cárceles. La delincuencia como síntoma, es proporcional a la parcialidad judicial como síndrome y la resultante población carcelaria es mucho menos delincuente o criminal que la que se encuentra en libertad.
Aparte de ser víctimas de la corrupción o conspiración entre bánksters y gobernantes, ahora la impunidad tiende a extenderse al crimen organizado más común, como se evidencia en la noticia de la puesta en libertad de 17 butroneros de bandas organizadas, con 111 detenciones entre ellos, que reventaron cámaras acorazadas para robar joyas.
No delinques: El Estado odia la competición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario