Jorge Altamira (especial para ARGENPRESS.info)
Este mismo señor, el lunes pasado, en el mismo diario, no tuvo reparo en admitir que "el valiente nuevo mundo del sistema financiero de los Estados Unidos se está disolviendo ante nuestros ojos".
http://www.argenpress.info/2008/09/ms-all-del-colapso-capitalista.html
Un par de ediciones atrás tuvimos la oportunidad de advertir acerca de las limitaciones insalvables de la tesis del editor principal del Financial Times, Martín Wolf, para quien la intervención del Estado como recurso último ante la crisis constituía "una ley de hierro" capaz de prevenir una desintegración de la economía capitalista.
Este mismo señor, el lunes pasado, en el mismo diario, no tuvo reparo en admitir que "el valiente nuevo mundo del sistema financiero de los Estados Unidos se está disolviendo ante nuestros ojos".
Todo lo sólido se desvanece en el aire
Sencillamente, tres de los cinco bancos de inversión que forman parte de la jerarquía superior del capitalismo (Bear and Sterns, Lehman Brothers y Merril Lynch) han dejado de existir -en tanto que los dos restantes, Goldman Sachs y Morgan Stanley-, ya están ocupando las antesalas. Una aseguradora multipropósito, AIG -con deudas superiores al billón de dólares- era puesta en la sala de terapia intensiva con escasas posibilidades de supervivencia. Nada menos que el Citibank -‘enterrado' con créditos incobrables en el quebrado Lehman Brothers, por valor de cerca de 200.000 millones de dólares-, buscaba asociarse con otro de gran porte y aun mayores problemas, el Wachovia, para intentar un salvataje de a dos. Una buena parte de los bancos regionales norteamericanos se encuentran en las vísperas de la quiebra, pero el organismo encargado de asegurar a los depositantes se ha gastado la mayor parte de los recursos para esa faena. Esto implica la perspectiva de un ‘corralito', al menos parcial, en los Estados Unidos -algo que ya están haciendo algunos Fondos monetarios (prestan a corto plazo), que manejan unos 3,5 billones de dólares. Pero donde la "ley de hierro" sufría su más duro golpe era en el anuncio del Tesoro norteamericano de que emitiría letras financieras para reforzar la capacidad de acción del Banco Central, la Reserva Federal. En otras palabras, la Reserva Federal se estaba quedando sin municiones para seguir socorriendo a los bancos con problemas y todavía más para rescatar a los bancos sin salida. Se estima que el Banco Central ha gastado ya más del 60% de las reservas de su balance -sustituyendo Letras del Tesoro norteamericano por títulos sin valor de los bancos en dificultades. Titulamos una nota anterior, "los yanquis en default", solo para enterarnos, cinco días más tarde, que los mercados de títulos estaban comenzando a descontar un default del Tesoro de los Estados Unidos (Financial Times, 15/9), algo sin precedentes.
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