miércoles, 1 de agosto de 2007

Qué Historia escribiremos después del 9-11?

¿Guerra de Civilizaciones o Terrorismo de Estados?

Ponencia al ler. Congreso Internacional: Oriente-Occidente. Organizado en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aures (mayo 2007) - Por Oscar Abudara Bini
1) Exordio: Me invitan a que censure el meollo de este trabajo.
2) Segundo descubrimiento de América: indios con turbante
3) ¿Guerra de Civilizaciones o Terrorismo de Estados Occidental?
4) Falsa Jihad, verdadero Terrorismo de Estados Occidentales a escala mundial.
5) Lo siniestro de la participación argentina : la Pista Israelí
6) Espectacular coproducción terrorista: Mossad y CIA en el “9-11”
7) Rol de un pequeño país dependiente (Argentina) y sus historiadores en la escritura de la Historia Postmoderna.
Texto completo aqui:http://www.alia.com.ar/ALIA/index.php?option=com_content&task=view&id=68&Itemid=1

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Asombra todo esto del 11-S, verdad? Y más indignación nos provoca cuando nos paramos a pensar ¿porqué no sabía nada de todo esto? ¡Tiene la suficiente importancia para ser debatido! Y sin embargo... Nada. Absoluto mutismo. ¿Será –el silenciamiento de estas cuestiones– perfectamente calculado y premeditado o será simplemente fruto de la casualidad? Nacen sentimientos encontrados y las ideas se agolpan ¿Cómo alguien puede sacrificar a sus propios ciudadanos?

Bien, derribemos las bases del pensamiento único:

1º En modo alguno somos parte de los suyos, al menos no en cuanto a iguales. Podemos ser una herramienta más para la consecución de unos determinados intereses (obtener una rentabilidad) pero no somos consideramos por ellos como sus iguales o semejantes. En definitiva: no somos de su ‘clase’, y por tanto prescindir de cualquiera de nosotros será tan sólo igual de molesto como sería sufrir una avería en cualquier maquinaria de producción: la cual será reemplazada de inmediato y santas pascuas. Porque el proceso de obtención de beneficios NO SE DETIENE.

2º Reforzando el argumento de que no somos parte del mismo proyecto que los plutócratas debemos comprender, pues, que determinados conceptos unitarios como pueblo, nación, comunidad, etc., sólo son UTILIZABLES por ellos en cuanto a mito para movilizar y crear acordadas estructuras productivas: el mercado, los consumidores, la producción y los productos, etcétera. Es decir: la nación, la comunidad, en definitiva el chiringuito de turno que cada uno justifique sirve –en su concepción eminentemente práctica– en tanto en cuanto sirva para crear un campo propicio para obtener más dinero. Y si acaso el ámbito de aplicación de sus polítias fuera deficitario se eliminaría o se dejaría destruir para pasar a un marco más adecuado: bien supra o infra nacional, eventualidad que las circunstancias decidirán (por eso el PNV es tan parte del Sistema como lo pueda ser el PP, y se favorecerá la gobernabilidad de uno u otro en función –siempre– de la rentabilidad y de las circunstancias coyunturales del momento)

3º Siguiendo con el argumento de los apátridas del dinero estableceremos que el dinero, entonces, no tiene patria. Cosa que todos sabemos y comprobamos: las fábricas cambian de terreno –nación, país, continente– en función de las circunstancias económicas más favorables para ellos; otra vez hablamos de rentabilidad. Ergo los dueños del dinero tampoco tienen más patria que su propia cuenta de resultados final. A ella han jurado defender con absoluta pasión sacrificando, llegado el caso, hasta la última gota de su sangre... o de la nuestra.

4º Pese a los tres puntos anteriores ¿puede ser alguien tan absolutamente malvado para acabar con la vida de miles de seres humanos? Puede y se hace. A diario ocurre, lo que pasa es que ni nos damos cuenta, ni tampoco es de forma tan aparatosa y evidente como el 11-S.

Y así ¿Cuántas situaciones que terminan en muerte son directamente provocadas por una gestión comercial de alguna multinacional? Miles. Y me explicaré:

Cuando una empresa es deficitaria hay que hacer determinados reajustes para seguir ganando dinero (¿no habéis pensado que a pesar de que el dinero sube, los hipotecas también, el poder adquisitivo baja, el paro sigue, etc., los bancos, las eléctricas, las compañías de telecomunicación, las de transportes SIEMPRE LOGRAN OBTENER GANANCIAS?) siguiendo así su máxima: todo por la pasta. Y si para ganar más dinero hay que tomar medidas tan dolorosas como despidos masivos, se toma. Establecido tal precepto ¿cómo le sentará a alguien con el agua al cuello ser despedido?¿Cómo le sentará a un hombre con 49 años? ¿Cómo le sentará a un separado que tiene que pasar la pensión a la ex y a sus hijos?¿Y a un joven que quería casarse y que finalmente lo deja con la novia en medio y por causa de crisis constantes? Yo os lo diré: no pocas veces todo esto termina en suicidio. En verdaderos dramas personales y familiares. Consecuencia, si recordamos la argumentación inicial, que se inicia tras una serie de medidas tomadas en un alejado despacho –y no en ningún desierto lejano– de carácter eminentemente empresarial. Pues bien ¿alguien cree que un magnate de una multinacional se parará tan siquiera a pensar en las consecuencias de sus actos rentabilizadores? Ni de coña. Y le tiene sin cuidado que sus actos produzcan la ruina de miles de personas arrojadas a la desesperación, cayendo en el alcoholismo, terminando en manos de la drogadicción, la delincuencia, etc. Es decir ¿cuántas desgracias terminan tras el inicio de una decisión –el despido de miles de personas– que es tomada únicamente con el horizonte de la rentabilidad? Pensadlo.

Y sin embargo ¿Cuántos estudios se realizan sobre todo esto que estoy diciendo? ¿Qué hace el CIS, al cual pagamos, que sólo se limita a hacer encuestas sobre la banalidad de la personalidad y carisma de ZP o Rajoy y no establece estudios sobre las dramáticas consecuencias en que desembocan cientos de decisiones empresariales? Olvidadlo, nadie hará tal estudio. Y todo esto se justificará con que las drogas, los suicidios y la delincuencia son intrínsecos al sistema y que hemos de aceptarlo (tarifa a pagar por vivir en el mejor de los mundos posibles), soslayando cualquier indicio que nos incline a pensar que todo esto es como consecuencia, como he señalado al principio, de todo un emporio de intereses y rentabilidades de quienes nos utilizan como material perfectamente prescindible.

Pues bien, si se acepta la argumentación anterior ¿por qué pensamos que personajes que no tienen el más mínimo escrúpulo o remordimiento sobre las dramáticas consecuencias que tienen a diario sus actos, sin embargo sí se pararán a sopesar una decisión con consecuencias más evidentes y numéricamente mayores en un corto periodo de tiempo? Si el 11-S murieron 3000 personas muchas más mueren o se matan cada día a raíz de las decisiones empresariales de los magnates. Así que el 11-S sólo sería una medida empresarial quizá más drástica, tal vez más dramática, acaso más evidente, pero siempre perfectamente compatible y acorde con las actuaciones de la vida ‘normal’ empresarial tomadas a diario y con el mismo horizonte: LA RENTABILIDAD.

Las situaciones difíciles, los cambios drásticos, las medidas excepcionales requieren también cambios excepcionales provocados por sucesos excepcionales . Los cambios mundiales originados y adoptados a raíz de los actos de 11-S han sido tan excepcionales como la manera de provocarlos. Pero también ha sido excepcional LA RENTABILIDAD y GANANCIA obtenida en el ámbito económico –venta de armas, negocio energético: petróleo, gas–, así como a nivel político –leyes de excepción, mayor control de todo el mundo que permitirá controlar cualquier disidencia–, decisiones todas adoptadas de la mano de unos políticos que como ya hemos dicho son sólo la mano ejecutora de políticas económicas que tienen unos beneficiarios perfectamente identificables.

Después de leer todo lo anterior, quizá nos asuste e indigne pensarlo detenidamente ¿verdad? Pues tal vez sólo nos cuesta creer en ello porque, efectivamente como he señalado al principio NO SOMOS COMO ELLOS. Y es que por no ser como ellos tampoco SOMOS DE LOS SUYOS, circunstancia que ellos tienen bastante claro ¿lo tienes claro tú? Pues es el primer paso.