Discurso de Obama en El Cairo
Por Peter Dale Scott
En su notorio discurso de la Universidad de El Cairo el 4 de junio, el presidente Obama prometió “un nuevo comienzo.” En palabras del comentarista israelí Uri Avnery, el discurso ofreció “el mapa de un nuevo mundo, un mundo diferente, cuyos valores y leyes explicó en un lenguaje simple y claro – una mezcla de idealismo y política práctica, visión y pragmatismo.” 1
Mucho de lo que Obama tenía que decir era nuevo, y enterneció los corazones de los observadores como yo, que me había ido preocupando más de la fidelidad del nuevo presidente a las políticas financieras y militares de la anterior administración Bush-Cheney. Pero, mientras Obama abría un nuevo camino a los asuntos Palestino-Israelíes, pasó por alto asuntos preocupantes relacionados con la presencia de los Estados Unidos en Irak y Afganistán. También pasó por alto uno de los asuntos fundamentales que inquieta al mundo musulmán: los incesantes esfuerzos de América de mantener su amenazado status financiero por medio de acciones para dominar los recursos petrolíferos de la región. Aquí, su cuidada ambigüedad recordaba siniestramente a la era Bush.
El discurso reafirmaba la completa retirada de las tropas estadounidenses de Irak para antes del año 2012, como así lo hicieran los Estados Unidos en el acuerdo firmado el pasado diciembre. Además Obama afirmó que “nosotros no queremos mantener nuestras tropas en Afganistán…Con mucho gusto traeríamos a cada una de nuestras tropas a casa si pudiéramos tener la confianza de que no hubiera extremistas violentos en Afganistán y ahora en Pakistán.”
Pero los comentarios de Obama no se dirigieron a la declaración del 26 de mayo de 2009, del General George Casey, Jefe del Estado Mayor, de que, a pesar del acuerdo con Irak, los Estados Unidos continuarían manteniendo fuerzas armadas en Irak y Afganistán más allá del 2012. La realidad es, dijo Casey, que vamos a tener 10 unidades de la Armada y de Marines desplegadas una década en Irak y Afganistán.”2
Tampoco está claro que la promesa de Obama de retirar “las tropas” de Irak incluyera a los contratistas militares privados (PMCs). Jeremy Scahill, autor de un libro acerca de la notoria firma Blackwater, dijo en el show de Bill Moyers que lo que estábamos viendo “es algo como vino viejo en una nueva botella. Obama está enviando un mensaje al mundo,” le dijo a Moyers, “pero la realidad sobre el terreno, particularmente cuando se trata de contratistas militares privados, es que el status quo sigue siendo de la era Bush.3
Aún más siniestra es la referencia indirecta a las controvertidas políticas petrolíferas de América. Fue significativo que se disculpara por el derrocamiento por parte de la CIA en 1953 del gobierno elegido democráticamente – la primera de las muchas operaciones de América contra el Islam en beneficio de las compañías petrolíferas. Con respecto a Irak, había dicho claro a la gente iraquí que América no persigue “ningún derecho sobre su territorio o recursos.” Su única referencia a las odiadas políticas petrolíferas americanas fue indirecta y evasiva: “si bien América en el pasado se ha centrado en el petróleo y el gas cuando se ha tratado de esta parte del mundo, ahora buscamos un compromiso más amplio.”
Al afirmar que la presencia americana en Irak no tiene nada que ver con el petróleo. Obama está siguiendo los pasos de los republicanos anteriores a él, como Donald Rumsfeld, que el 14 de noviembre de 2002 dijo a la CBS News que los planes de los Estados Unidos para Irak “no tenían nada que ver con petróleo, literalmente nada que ver con petróleo.” Como se iba haciendo cada vez más claro que América iba a invadir Irak, ni Bush en su mensaje a la nación, ni Colin Powell en su discurso ante el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas mencionó, ni siquiera una vez, la palabra “petróleo”.
Continua: http://www.investigar11s.org/petroleoeislam.html
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