Los resultados de los trabajos unos cuantos años, divulgados por el Pentágono, cuentan con más de 50 páginas. El informe señala que parte de estos contratistas y empleados trabajaban en las agencias que manejan secretos de defensa e inteligencia, incluyendo la Agencia de Seguridad Nacional.
Dado que algunas de estas personas podrían tener acceso a secretos e instalaciones militares, los sistemas informáticos y autorizaciones de seguridad del Departamento resultaron puestos en peligro y los empleados expuestos a un riesgo de chantaje, sobornos y amenazas.
Algunos de los individuos fueron procesados y otros casos fracasaron, mientras que los demás se quedaron durante varios años sin resolución, según los documentos anteriormente no divulgados sobre las investigaciones.
Tal variedad en los resultados refleja las dificultades para lograr un procesamiento en casos de pornografía infantil, como la identificación de víctimas y su edad, según expertos. En otros casos señalan la pérdida de evidencia o carencia de recursos suficientes para completar los casos.
El número exacto de casos abiertos no se menciona en el informe. Asimismo, se omite la mayoría de los nombres y detalles. Sin embargo, los informes oficiales indican que más de 30 empleados del gobierno fueron investigados.
Comprar pornografía infantil es un delito en Estados Unidos, y acceder a la misma en computadores de gobierno es también una violación a las leyes sobre el uso de propiedad pública.
1 comentario:
otra muestra mas de la putrefaccion moral del imperio.
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