miércoles, 2 de noviembre de 2011

Los líderes radicales de Israel fuerzan un ataque a Irán

Sefi Rachlevsky
Haaretz

Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.

La presencia de EE.UU. en Irak podría tentar a los dirigentes radicales israelíes a arrastrar a Washington a una guerra en Irán contra su voluntad, como objeto de un ataque. Haciendo un análisis de la historia, las fuerzas de la razón deben poner un pie en el freno.
En circunstancias normales, la institución militar está a la derecha de la clase política. La razón es obvia: la cantante quiere cantar, el escritor quiere escribir, y el comandante de división quiere movilizar las divisiones. Cuando Moshe Dayan dijo que prefería restringir el galope de los caballos antes que aguijonear a mulas perezosas, no se refería sólo a sus generales. Se trata de un patrón común en el escenario mundial. Sólo en raras ocasiones se revierten los roles y resulta que los militares son más moderado y circunspectos que el liderazgo político. La gran mayoría de estos casos -todos ellos, en la práctica, y no sólo en la década de 1930- terminaron en un desastre. La causa es simple, el ejército no está diseñado para actuar como un freno sobre una dirección extremista contemporánea.

Lamentablemente Israel, en la cúspide del invierno de 2011, se encuentra en esta rara y peligrosa situación. Lo mismo ocurre con respecto a la Autoridad Palestina. Todos los líderes militares, tanto del presente como del pasado, recomiendan encontrarse a mitad de camino con el presidente de la ANP, Mahmud Abbas. El ejército reconoce el "milagro" de los últimos años, con un gobierno en Cisjordania que goza de mayoría y toma medidas firmes contra el terrorismo. En contraste el sistema político de Israel respalda conscientemente las declaraciones del colono Avigdor Lieberman y hace todo lo posible para perjudicar a nuestro moderado socio palestino. Se sabe que la única manera de aferrarse a los asentamientos y su mundo mesiánico es apuntalar el liderazgo de los extremistas palestinos, con lo que "el diálogo es imposible”.

Esto es válido, y más aún, cuando se trata de Irán. Todos los jefes de las fuerzas armadas -el jefe de gabinete, los jefes del Mossad, la inteligencia militar y del servicio de seguridad Shin Bet, y el jefe de la Comisión de Energía Atómica de Israel, tanto los que están en funciones como algunos retirados- se oponen ferozmente a atacar a Irán ahora. Sin embargo, dos personas, el primer ministro Benjamín Netanyahu y el ministro de Defensa, Ehud Barak, se ven capaces de arrastrar a toda la nación a una guerra larga, con muchas bajas propias.

continua: http://rebelion.org/noticia.php?id=138565

1 comentario:

justicia social dijo...

Estan locos. Hice una propuesta en twiter y facebook, de la JORNADA DE LOS ZAPATOS VIEJOS, ir a las embajadas de estos locos y tirarles los zapatos en señal de protesta. No quedarnos parados hasta que la primera bomba explote.
http://ultimasnoticiaspress.blogspot.com