Palabras sin sentido en la política según Dr. No

Nota del traductor: Recordamos que, debido al uso orweliano de las palabras, como en adelante tan elocuentemente explica el Dr No, resulta que en EE.UU. “liberal” y “conservador” se emplean más o menos al revés que en EE.UU.ropa. Por ejemplo, en cuanto al paradigma “Izquierda/Derecha”, en un lado del Atlántico, “liberal” se asocia con “La Dercha” y “conservador” con “La Izquierda” y en el otro lado de la charca al revés... Las palabras “freedom” y “liberty” traduzco sinónimamente a “libertad”.

Greg Grisham

versión original en web oficial del congresista

Palabras sin sentido en la política

Directo de la boca del lobo

Al entrar en la temporada política de otoño, vamos a escuchar mucha retórica de los candidatos de los dos grandes partidos políticos. Es importante para nosotros recordar, sin embargo, que las palabras pueden ser sin sentido por el mal uso o uso excesivo. Y cuando nosotros, como ciudadanos permitimos que los políticos oculten la verdad con palabras que distorsionan, disminuimos a nosotros mismos a nuestra nación y al mundo.

Por ejemplo, escuchamos a todos los políticos usar las palabras "democracia" y "libertad" en innumerables ocasiones. Se utilizan indistintamente en el discurso político moderno, sin embargo, sus verdaderos significados son muy diferentes. Se han convertido en lo que George Orwell denominó "palabras sin sentido". Las palabras como "libertad", "democracia" y la "justicia", explicó Orwell, han sido objeto de abusos durante tanto tiempo que sus significados originales han sido eviscerados. Según Orwell, estas palabras fueron, y siguen siendo, “utilizadas conscientemente de manera deshonesta".

Sin significados precisos detrás de las palabras, los políticos y las elites pueden oscurecer la realidad y condicionar a la gente a asociar ciertas palabras reflexivamente con percepciones positivas o negativas. En otras palabras, hechos desagradables se pueden ocultar detrás de la lengua sin sentido. A modo de ejemplo, los estadounidenses han sido condicionados para aceptar la palabra "democracia" como sinónimo de libertad. Así que estamos condicionados a creer que la democracia es siempre y en todas partes benévola.

El problema es que la democracia no es libertad. La democracia no es más que la mayoría religiosa, que es intrínsecamente incompatible con la libertad. Si bien nuestra Constitución ciertamente cuenta con algunos mecanismos democráticos, también cuenta con mecanismos intrínsecamente antidemocráticas como la Primera Enmienda y el Colegio Electoral. Estados Unidos es una república constitucional, no una democracia. Sin embargo, hemos sido bombardeados con la palabra sin sentido "democracia" durante tanto tiempo que pocos estadounidenses entienden la diferencia.

Si nuestra intención es utilizar la palabra libertad de una manera honesta, debemos tener la integridad para darla su significado verdadero: la libertad es vivir sin coerción gubernamental. Así que cuando un político habla sobre la libertad - sin importar el tema que se discute - pregúntese si él está abogando a por más o menos poder para el gobierno.

Las palabras "liberal" y "conservador" también han sido objeto de abusos. "El liberalismo", érase una vez, significaba libertades civiles, políticas y económicas. Hoy ha sido convertida en sinónimo de gobierno coercitivo omnipotente. El liberalismo se ha redefinido para significar la liberación de los deseos materiales, siempre a través de un gobierno grande y benevolente que existe para crear igualdad en la tierra.

"Conservadurismo", por su parte, significó una vez el respeto por la tradición y la desconfianza hacia el gobierno activo. Pero en las últimas décadas conservadurismo ha sido redefinido como el apoyo a la grandiosidad del gran gobierno a través de aventurerismo militar, el corporativismo y la política monetaria inflacionaria. La derecha política moderna ha redefinido el conservadurismo en el apoyo a un Estado central todopoderoso, a condición de que el Estado promueve metas supuestamente conservadores.

Orwell sin duda tenía razón sobre el uso de palabras sin sentido en la política. Nuestra tarea, entonces, es recuperar nuestra lengua y reclamar nuestras libertades. Si queremos seguir siendo libres, tenemos que penetrar la niebla y fijar los significados concretos de las palabras que los políticos utilizan para engañarnos.

 

Con permiso el traductor aprovecha la oportunidad para incluir anécdota, si no hay objecciones...

No Pinto nada en Ninguna Parte

Mi médico de cabecera me mandó al psicólogo. Al cocotero le expliqué mi incapacitación social debido a que 1,500 arquitectos e ingenieros profesionales avalan con su firma que las Torres Gemelas fueron demolidas con explosivos. Lo único que me dijo fue que le rellenara un formulario, un tipo de cuestionario o examen. Le dije que el examen lo ha hecho ya los 1,500 arquitectos e ingenieros, que no me haga el Gran Hermano, que me ayude a resolver mi problema. “Si no haces el “test” no te puedo ayudar”, me dijo. Le dije. “Que el test lo haga tu puta madre”.

No pinto nada en ninguna parte. Es que no me preocupo por el C02 mientras aviones me fumigan con nanopartículas de aluminio y barrio.

Siquiera tengo consuelo de familia. Todos tan preocupados por la Crisis mientras los hechos demuestran que la “crisis” es una voladura controlada igual como hicieron con las Torres Gemelas. A mi con 15 años de edad me buscaban las autoridades por haber abandonado la escuela obligatoria. Mis hijos ahora tienen la misma edad y lo mejor que podría yo hacer para ellos sería desaparecer de nuevo.

Odio la religión y el esoterismo. Y en la palabra “crisis” sólo veo Cristo + Isis.

Migré de EE.UU., en busca de paz, a un pueblo de Extremadura y enseguida instalaron en la boca de mi calle una puta iglesia de los putos mormones. Fui a preguntar a su líder espiritual, ¿Por qué tengo que vestir como un banquero pero no importa que el candidato presidencial estadounidense y autoproclamado mormón, Mitt Romney, promete iniciar otra guerra con Irán? Me dijo que no sabe quien es Mitt Romney. Le dije que viste de banquero su puta madre.

Tampoco tengo el consuelo de amigos. Claro puedo hablar con ellos pero conmigo hablan de una cosa y con los demás otras cosas. Mejor hagan la pelota a su puta madre.

Pronto acaban las vacaciones, la vuelta al esclavajo para los esclavajadores y a las escuarceles para los pijipis enfermos de titulitis. No sé si soy capaz de aguantar otro año más de cabrones y gilipollas dando clases a mis hijos y controles de guardia civiles, “Todo Por La Mafia Judía”, alrededor del pueblo.

Viva Bin Laden y su puta madre, la CIA, que le parió,