The Sunday Times, 7/2/2010 - El descubrimiento de 3 soldados americanos entre los muertos del atentado suicida contra una escuela femenina en la ciudad de Dir, al noroeste de Pakistán, ocurrido la semana pasada, volvió a elevar los temores de muchos pakistaníes de que Washington se propone a invadir su país.
Barack Obama ha prohibido el término de la era Bush “guerra contra el terror” y tuvo sus dudas a la hora de enviar más tropas a Afganistán, sin embargo ha incrementado la guerra encubierta contra los extremistas islámicos en Pakistán.
Los ataques aéreos en Pakistán lanzados por los Estados Unidos desde aviones no tripulados (drones) han pasado a ser de 3 a la semana, el triple de la media del año anterior. “Estamos viendo un dramático cambio geográfico” declaró un oficial de inteligencia. Desde el mes pasado drones han estado atacando la zona del norte de Waziristán, en lo que parecen ser represalias por el atentado llevado a cabo por una persona de nacionalidad jordana que trabajaba con los Talibán pakistaníes, atentado en el que murieron 7 miembros de la CIA.
La semana pasada, según oficiales de seguridad pakistaníes, los Estados Unidos lanzaron su primer ataque múltiple con drones, en el que se lanzaron 18 misiles desde 8 de estos aviones sin tripular contra la aldea de Dattakhel, matando a 16 personas.
El descubrimiento de los cadáveres de los soldados americanos reveló que la guerra encubierta contra Pakistán no solamente incluye drones, sino también pequeños grupos de soldados de operaciones.
El ministro de asuntos exteriores de Pakistán, Shah Mehmood Qureshi, insistió en que las tropas americanas estaban en el país solo para instruir en contra-insurgencia al Cuerpo de Fronteras, fuerza paramilitar que opera en las áreas tribales.
Otras fuentes declararon que había alrededor de 200 miembros del ejército americano en el país. “No estoy seguro de que se le pueda llamar simplemente entrenamiento”, declaraba un oficial. Difícilmente estarán tras la frontera cuando hacen salidas a las escuelas de Dir.
Los 3 soldados muertos, que han sido descritos como pertenecientes a fuerzas de operaciones especiales y también como miembros de tropas para asuntos civiles, murieron en un ataque contra su convoy cuando viajaban para la reapertura de la escuela, que había sido reconstruida con ayuda americana tras haber sufrido un atentado talibán el año pasado.
3 niñas, 2 personas de la aldea y 1 soldado pakistaní también murieron en el atentado, que fue reivindicado por los talibán de Pakistán, más de 100 personas resultaron heridas, la mayoría de ellas estudiantes.
La información oficial dijo que se trataba de una bomba activada por control remoto. Ahora ha surgido la noticia de que un suicida se lanzó contra el vehículo que transportaba a los americanos, lo que sugiere que disponía de información confidencial. Este ataque fue demasiado perfecto: se tumbaron esperando a que pasara el convoy y sabían exactamente contra que vehículo atentar, declaraba un oficial del ejército americano para el Long War Journal.
Uno de los fallecidos era el sargento Matthew Sluss-Tiller, de 35 años, padre de una niña de 3 años. Su madre, Jane Blankenship declaró que su hijo estaba en Pakistán en una misión de asuntos civiles y que se había dejado barba por ello.
Un oficial sugirió que los “entrenadores” podrían haber estado recogiendo información de objetivos para drones, particularmente porque la CIA no confía en sus homólogos pakistaníes del ISI, servicio de inteligencia pakistaní con vínculos estrechos con los talibán.
Los americanos insisten en que los ataques de los drones han sido un éxito, habiendo eliminado el segundo y tercer nivel del liderato de Al Qaeda. En agosto mataron a Baitullah Mehsud, líder de los talibán pakistaníes y recientemente afirmaron haber matado a su sucesor, Hakimullah Mehsud, aunque el ministro de exteriores de Pakistán declaró que eso no había sido confirmado.
Para la irritación de Washington, Islamabad ha tratado de hacer ver que los ataques con los drones se han llevado a cabo sin su consentimiento a pesar de que las bases están en Pakistán.
Los ataques han provocado protestas entre la gente del país. Las encuestas muestran constantemente que para los pakistaníes los americanos son mayor amenaza que los talibán, a pesar de los 3.021 muertos por atentados terroristas del año pasado.
Si los drones crean controversia, la presencia de los soldados americanos en territorio pakistaní crean aún mucha más. A pesar de los 1.500 millones de dólares del programa de ayuda, el secretario de defensa americano, Robert Gates se vió obligado a volar a Pakistán hace dos semanas para tranquilizar a sus líderes militares. Sus palabras en la Universidad de Defensa Nacional fueron: “Dejenme decirles que el ejército americano no codicia de ningún modo una sola pulgada de territorio pakistaní”.
School bombing exposes Obama’s secret war inside Pakistan
2 comentarios:
Ah bueno... si dice que EEUU no codicia ni una pizca del territorio Pakistani... que sigan poniendo bombas haciendo ver que es Alqaeda, que sigan asesinando a supuesto lideres rebeldes sin detenciones ni juicios ni bajo las leyes internacionales, que sigan con la ocupación, que sigan con la construccion de la base gigante, que sigan bombardeando con drones aldeas de civiles.....
Y que les siga creciendo la nariz de Pinocho hasta el infinito, como sus beneficios por las guerras.
-Weissman-
Esto sólo tiene un nombre, Guerra Sucia.
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