Un mensaje para los ecologistas y activistas de los derechos humanos. Vosotros que habéis observado como este mundo ha sido saqueado en la persecución del “billete verde” y las maneras en que tratamos al planeta que habitamos y dejamos en herencia.
Este no es un mensaje divisivo, sino uno de cooperación, unidad, esperanza y potenciación. Pero, requiere asimilar una verdad verdaderamente incómoda: VUESTRO MOVIMIENTO HA SIDO USURPADO POR LOS MISMÍSIMOS INTERESES CONTRA LOS CUALES CREÍAIS QUE ESTABAIS LUCHANDO.
Mirabais con esperanza y entusiasmo mientras vuestra causa comenzaba a extenderse y a ser recogido por los medios corporativos. Las ideas por las que habíais luchado tanto tiempo para ser escuchadas fueron, por fin, discutidas a nivel nacional e internacional. Pero, mirabais con creciente descontento, mientras el mensaje iba siendo simplificado. Primero se convirtió en eslogan, luego en marca, hasta quedar en nada más que una etiqueta adjuntada a los productos de consumo. Las ideas por las que una vez luchasteis, ahora os estaban siendo revendidas, por lucro. Ahora, vuestro mensaje se repite cual loro sin argumento, llevado como otra moda más en lugar de una comprensión de algo que provenía de la convicción. Hasta que los eslogan, y luego la ciencia, se iban rebajando intelectualmente, al extremo de que el dióxido de carbono se convirtió en el foco y causa política, pronto convirtiéndose el CO2, en la única causa.
Sabíais que el “Gurú del CO2”, Al Gore, no era científico sino político y que el movimiento estaba siendo tomado por una causa que no era vuestra propia, sino una de creencias que vosotros no compartíais y con soluciones que vosotros no queríais. Hasta que las soluciones que exigisteis ni siquiera eran soluciones sino nuevos impuestos y nuevos mercados que únicamente servían para forrar los mismos bolsillos de siempre. Supisteis que algo iba mal cuando la confabulación del sistema de compra-venta de cuotas de CO2 (Cap & Trade) fue encargado a Kenneth Lay, el mismo arquitecto de la burbuja ENRON que reventó poco después de los autoatentados del 11 de Septiembre de 2001 y Goldman Sachs se posicionó sobre la nueva burbuja del comercio del CO2. Os avergonzasteis cuando el empuje total del movimiento se convirtió solamente en formas de ganar y gastar dinero o en recaudar fondos por los más ricos, impidiendo al tiempo el desarrollo de los más pobres. Vuestro movimiento había sido secuestrado.
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