Thomas Kean, George Bush y Lee HamiltonHamilton ha sido el encargado de los republicanos cuando han querido un demócrata que no empujara demasiado fuerte para destruir un frágil encubrimiento. Es un maestro dirigiendo investigaciones “no en búsqueda de la verdad”, sino en búsqueda de una solución políticamente aceptable.
Mi primera relación con una investigación de Hamilton fue en agosto de 1986 cuando era presidente de la Cámara del Comité de Inteligencia y recayó sobre él investigar las denuncias de las que yo había informado a la Associated Press sobre el asesor de la Casa Blanca, Oliver North, proporcionando apoyo secreto a los rebeldes de la contra de Nicaragua.
Hamilton encabezó una delegación de miembros de la comisión (entre ellos el republicano Dick Cheney) en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, donde a North y a su jefe John Poindexter se les preguntó acerca de las acusaciones. Sus enfáticas negaciones se aceptaron como ciertas, y Hamilton se unió a otros miembros del comité en su acuerdo de no llevar a cabo una investigación más profunda.
La decisión bipartita complació a mucha gente en Washington - aunque no a mí y a algunos otros que habían trabajado duro para exponer la red clandestina de North.Hamilton encabezó una delegación de miembros de la comisión (entre ellos el republicano Dick Cheney) en la Sala de Crisis de la Casa Blanca, donde a North y a su jefe John Poindexter se les preguntó acerca de las acusaciones. Sus enfáticas negaciones se aceptaron como ciertas, y Hamilton se unió a otros miembros del comité en su acuerdo de no llevar a cabo una investigación más profunda.
Gracias a Hamilton, North y su equipo casi escaparon ilesos, si no hubiera sido porque uno de sus últimos aviones de aprovisionamiento fue derribado en Nicaragua el 5 de octubre de 1986, y un superviviente, Eugene Hasenfus, señaló con el dedo a la Casa Blanca y en particular a la Oficina del vicepresidente Bush. Lee el artículo completo aquí
Artículo original: Who to Trust on a Truth Commission?
Consortiumnews.com
1 comentario:
Lee Hamilton...... otro lacayo que le tienen especializado en obstruir las investigaciones oficiales......
Y todavia hay algunos lameculos creyentes de la versión oficial con el argumento de; "es imposible que fuera una conspiración del gobierno porque habria demasiada gente implicada para tarparla".
Pues si, señores lameculos, hay mucha gente implicada, porque toda esta gente instalada en los resortes del Estado y de las corporaciones vinculadas a él, piensan de la misma forma imperialista de supremacia estadounidense, y de creerse estar elegidos por Dios......, y todos se llenan los bolsillos de paso.
-Weissman-
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