No importan los hechos, hagamos una guerra...

Por Finian Cunningham
Traducido por Gabriel Incertis

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Global Research, 8 de enero de 2003 Gulf Daily News – 23 – 12 -2009

La BBC World Service informaba acerca de un misil de prueba disparado por Irán la semana pasada que era “capaz de alcanzar Israel”.

La elección de las palabras no es inusual. En ocasiones anteriores, cuando Irán ha testado un cohete de largo alcance, la BBC y otros medios de noticias occidentales, puntualmente nos han informado de que el mencionado dispositivo era “capaz de alcanzar Israel”. La trillada frase se emplea tan formalmente en estos boletines de noticias que su uso delata un guión oculto. Las no tan subliminales implicaciones son que Irán: a) es un estado hostil; b) está haciendo algo ilegal al testar misiles de largo alcance; y c) se está preparando para fortalecer su supuesta amenaza para acabar con el estado de Israel.

Pocas horas después de la emisión de estas noticias de la semana pasada, el gobierno de los EEUU se pronunció con la piadosa acusación de que los disparos de prueba “minan las afirmaciones iraníes acerca de sus intenciones pacíficas”.

Esto es un sistema de propaganda en funcionamiento: la elección de palabras y el marco de lógica diseñado para condicionar a la gente a que acepte determinadas opciones. En este caso, la opción pre-determinada consiste en un golpe militar unilateral sobre Irán, ya sea por parte de EEUU o de Israel. En tal caso , la BBC y otros medios informativos occidentales por supuesto informarían que se trata de una medida militar “preventiva” para “prevenir” que Irán ataque intereses occidentales en la región. Sin duda, se informaría también de los “daños colaterales” de bajas civiles –víctimas desafortunadas en una, por otra parte, “causa justa” para obligar a “un régimen de línea dura” a acatar las “normas internacionales”. En esto consiste la ingeniería de pensamiento clásico que el ensayista político británico George Orwell expuso tan brillantemente - el uso oficial de palabras saneadas para encubrir la sórdida verdad.

Rebobinemos y reproduzcamos las noticias con algunos hechos y contextos pertinentes que son rutinariamente omitidos en los informativos de los medios occidentales.

Irán ha lanzado un misil de prueba de largo alcance – dentro de sus fronteras soberanas. Los EEUU y sus aliados occidentales llevan a cabo pruebas como ésta en todo momento, ejerciendo su derecho soberano. Uno de los aliados de EEUU, Israel, posee una reserva de armas nucleares que contraviene el tratado de No Proliferación. Este mismo aliado ha cometido previamente actos de agresión (crímenes de guerra) lanzando ataques aéreos sobre sus países vecinos.
Israel, con aprobación manifiesta de Washington, ha dicho repetidamente que está preparada para atacar militarmente a Irán “pronto”. Los mismos EEUU han advertido en varias ocasiones que se reservan el derecho de usar la opción militar en sus relaciones con Irán. Los EEUU están ejecutando guerras ilegales en tres de los vecinos de Irán: Irak, Afganistán y Pakistán. Una dinámica de miedo y de desconfianza entre los países del Golfo [Pérsico, N. del T.] está alimentando una carrera armamentística en la región. Esta dinámica está siendo promovida por los EEUU con, lo que debería ser, obvios intereses propios (ventas masivas de armas, influencia geopolítica) que sin embargo disfrazan con su truco ilusorio del “hombre del saco” iraní que, desafortunadamente, parecen acreditar los estados del Golfo. Todo dicho, estos hechos realmente “minan las afirmaciones de EEUU acerca de sus pacíficas intenciones”.

Aquí van algunos hechos más que curiosamente infravaloran los medios occidentales. Irán no está en guerra con ningún país, aunque rutinariamente es acusado en los medios occidentales, sin ningún tipo de evidencia, de apoyar subversiones por toda la región. Irán está dirigiendo un programa de energía nuclear, del que se ha dicho incesantemente que es para suministro civil. Después de una década de estrecha supervisión por inspectores de las Naciones Unidas, que nunca habría sido permitida por los EEUU o sus aliados occidentales en sus propios territorios, los inspectores han reiterado que no existe evidencia de que Irán esté construyendo armamento nuclear. Sin embargo esta conclusión no influye en la obstinada afirmación de Washington y Londres de que Teherán está construyendo armas nucleares (dando entrada a más venta de armamento).

Dados estos hechos, el lanzamiento de prueba de un misil de largo alcance de Irán, está lejos de ser un acto pseudo-criminal cargado de intenciones hostiles. Es la acción de un país que necesita demostrar que se puede defender en medio de implacables acusaciones de probados y mucho mejor armados agresores, cuyo arsenal incluye también un sistema de propaganda que habría maravillado al propio ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels